Hablemos de mi


Miguel Sevilla es una persona.


Empecemos con una biografía esquemática:
                        Mi vida por años... parece fácil

1 Se me hace raro nacer, pero bueno, es lo que tocaba hacer.
2 Hablé. No me gustaba ir en silla de ruedas, me parecía muy aburrido. Ahora tampoco me gustaría mucho...
3 Me deja de gustar comer deprisa y paso a comer lento, muy lento, tal vez demasiado lento.
4 Me deje de mear en la cama, pero esto no lo se seguro, de hecho, seguro que es mentira.
5 Empecé mi vida en el Karate y cometo mi primera tontería (me doy un golpe contra una columna sin ningún motivo que lo justifique, solo que me hace gracia que las cosas no tengan sentido aparente). En el colegio mi profesora manda a mis compañeros de clase que me peguen si hablo (Por aquel entonces ya estaba mal visto que los profesores pegaran a sus alumnos)
6 Aprendí a ser constante y no dejar de hacer algo solo porque no me gustara (o eso dice mi diario)
7 Me quitan un coche de juguete en el cole y descubro que el orgullo y el no saber aceptar los errores es cosa mala, ya que así solo me hacia daño yo.
8 Le robo un tazo a Edu (Charmander), fue mi primer robo y apenas he cometido más. Hace una semanilla (con mis 21 años), de pedí perdón por haberselo robado y todo está solucionado.
9 Empiezan a florecer entre amistades pasajeras algunas amistades duraderas.
10 Me hago ateo y me confieso por ello. Empiezo a reflexionar sobre esas cosas con mi mirada de niño.
11 Mi primera novia o más bien la primera vez que no me rechazan o mas bien la primera vez que me atrevo a contar mis sentimientos o lo que yo creo que son mis sentimientos. (no me lo esperaba su aceptación y no la volví a hablar hasta hace una semana también, a mis 21 años)
12 Empiezo a escuchar al Chivi y ha hacer mis propias canciones. Por otro lado es la edad en que los gitanos de mi barrio intentan robarme por la calle e irremediablemente me hago racista por un tiempo.
13 Me sorprende que en misa de niños unas señoras de una asociación expliquen que están recogiendo firmas para privar de derechos a personas homosexuales. Ser racista era una cosa, pero homófobo hasta a mí me parecía mal. (Son palabras textuales extraídas de mi diario)  Además con esta edad empiezo aceptar que los malos son de todos los colores.
14 Años felices, empiezo a sentir algo parecido al amor, pero se entremezcla todo con el Chivi, que se ve que en esos años me cala hondo. Lo cual no fue del todo bueno...
15 Me paso un verano mezclando una baraja de cartas. (Eso si que fue bueno)
16 Quedo con Rubén, mi mentor en la Magia y descubro que hay personas a las que también les gustan las cartas.
17 Mi primer enamoramiento. Aprendo a tocar la guitarra. Se acaba el Chivi para mi. Y descubro que soy lo que soy ahora y que me costará mucho cambiar o madurar más (lo cual resultó completamente falso)
18 Se daña un poco la vida tan feliz que tenía, pero eso es solo porque tenía una vida muy muy feliz. Al fin y al cabo la vida no es justa. Por otro lado dejo de pensar en que exista la gente mala, pensaba que todos eramos malos y buenos a la vez, unos mejores y otros peores en función del que los evaluase. En resumen, la edad de la relatividad.
19 Consolido a mis amigos de verdad, mis amigos de la L. Y aún con esos baches que nos hacen crecer, vuelvo a aprender a estar feliz. Entro a formar parte del CIB. Y descubro a una de las personas más especiales de mi vida (en otro sitio claro...)
20 Intento olvidar las cosas malas. Empiezo a hacer bromas ingeniosas. Escribo en mi diario que tengo que comprar la lotería y la voy a comprar porque pienso que va a tocar. Al final no la compro y toca!
21 Aprendo mucha magia, doy un concierto solo de música (y humor). También actúo mucho y la magia hace que poco a poco vaya conociendo lo que soy. Me despiden del trabajo (otro trabajo que no tiene nada que ver con la magia), después me vuelven a ofrecer continuar trabajando y gustoso lo rechazo, me alejo así de gente que si que es mala (ahora si que creo que existan los malos). Empieza un nuevo camino en mi vida como artista marcial y nace el Inochi-ryu.


Biografía Mágica 

Versión extendida

A mis 14 años comencé, me desperté un día y pensé: quiero ser el mejor mago del mundo, así que busque en internet el mejor juego del mundo, uno llamado "la dama que se ruboriza". Le aprendí en 5 minutos, se le hice a mis padres y... vi que algo fallaba. No era el mejor mago del mundo, hasta mis padres, mis propios padres!!! preferían ver a Copperfield.
Así empezó todo y poco a poco fui descubriendo que la magia era mucho, mucho, mucho más.

A mis 15 años decidí pasarme un verano entero en el pueblo mezclando cartas, me acostaba con ellas y me levantaba con ellas, luego en invierno no había profesor capaz de hacerme guardar las cartas en clase (en la universidad seguí con esa costumbre, pero normalmente no me veían)
A finales de verano otra vez en Burgos (que por cierto es mi cuidad), encontré en internet a un mago, mi primer profesor de magia: El gran Palmer. Esto fue una auténtica lotería, pero no me dí cuenta hasta años más tarde.

A mis 16 conocí a Rubén Zamora, mi mentor en la magia. Me le presentaron por casualidad, porque era un mago conocido de un amigo de mi padre. Esto también fue lotería a pesar de que Burgos es un auténtico pañuelo, ya que de los magos que podía encontrarme este es para mi el mejor (y esto es solo una opinión y va sin animo de ofender a las abuelas del resto de magos burgaleses). Es el mejor porque además de ser una gran persona, tiene una grandísima base teórica, una pedagogía excepcional y es el único me me podía transmitir amor por la lectura y por el estudio de libros de magia y de cualquier otro tipo. Estuve con el media hora una tarde, me hizo unos tres o cuatro juegos, le pedí que me enseñara uno y le aprendí.

Así fue como con 16 años salí a la calle, con los tres o cuatro juegos que sabía (tal vez alguno más) a hacer magia en parques, residencias de ancianos, zonas de fiesta... Todo por empezar a coger tablas cuanto antes, y porque ha hacer magia se aprende haciendo magia (Rubén y sus consejos). Me llevé decepciones, confieso que me costó mucho, yo siempre he sido muy introvertido... y hubo personas que me despreciaron y quedé hundido y con el corazón por los suelos más de una vez. Fue difícil aprender a dejar el ego a un lado pues se aprende con los años. Pero sabéis por qué no deje la magia, porque también hubo grupos de gente que en mitad de la calle me aplaudieron y me mostraron su afecto, y eso que solo me conocían de 10 minutos!!! Era increíble, conectar con la gente tan rápido, hacernos felices tan rápido. Eso me dio fuerzas más que suficientes para saber que la magia merece la pena, saber que se merece que luche por ella, saber que merece que lo de todo por ser el mejor mago del mundo (aunque no lo consiga, al fin y al cabo eso es lo de menos). Pero encontrar el camino no es fácíl y aunque le encontré con 16 años, no era consciente de hasta que punto la magia se convertiría en mi vida.

                                         Otro día continúo jeje

1 comentario:

  1. Hola Miguel, para mí es un verdadero placer ayudar a quien comparte la pasión que siento por el mundo de la magia.
    Ayer pasamos un buen rato en La Abuela Buela con tu actuación, tu progresión es innegable. Ahora que te he piropeado, ya sabes que cuando nos veamos seré menos amable y sacaré punta a tu show je, je.

    ResponderEliminar